El hierro metálico no tiene una configuración electrónica favorable que le permita mantener sus electrones en su sitio contra viento y marea, de forma que, en presencia de agua y oxígeno atmosféricos, se oxida. Lo cierto es que el proceso es bastante complejo y creo que todavía existen lagunas en él, por lo que en la práctica, por mucho que intentes proteger el hierro su potencial estándar de reducción tan bajo (-0,44V), le confiere esa lamentable tendencia a oxidarse en contacto con elementos que tengan un potencial estándar de reducción superior a este valor, es decir, bajo cualquier circunstancia el hierro y sus derivados se terminan oxidando.
Este fenómeno, que pone fin a la vida útil de la mayoría de los ingenios fabricados por el hombre, nos da la oportunidad a algunos de invertir nuestro tiempo, esfuerzo y algo de capital en intentar recuperar de este final a algunos agraciados vehículos.
Al menos por un tiempo intentamos desprendernos de este compañero de viaje del metal, aunque nada es eterno y pese a nuestro empeño el proceso continuará para dar oportunidad a otros de volver a restaurar.
SOBRE LA RESTAURACIÓN.
Sobre los límites de la restauración, para gustos colores, que cada cual se los imponga. Aunque el atractivo de una máquina conservada es precisamente el equilibrio entre mantener su aspecto y actitudes pero con ese tufillo a auténtico que le confiere la huella que el paso de los años le ha ido dejando.
Ese atractivo va inclinándose hacia su estética conforme cumple años, siendo menos decisiva su funcionalidad que en muchos casos puede decepcionarnos por el agravio comparativo con las prestaciones de los ingenios actuales. No puedo olvidar la primera vez que salí a carretera con mi Sanglas 400T; caí en una depresión hasta que recobré la sensibilidad en brazos y piernas, aquella traíña me dejó los brazos dormidos. Seguramente sustituyendo la horquilla y amortiguadores por los de la 400T y su motor Yamaha, ganaría en confort de marcha, pero desde luego ya no sería una 400F. Cada máquina es un conjunto de sensaciones, estética, funcionalidad y en muchos casos sentimientos. Conservar ese conjunto acepta pocas modificaciones.
SOBRE LA RESTAURACIÓN.
Sobre los límites de la restauración, para gustos colores, que cada cual se los imponga. Aunque el atractivo de una máquina conservada es precisamente el equilibrio entre mantener su aspecto y actitudes pero con ese tufillo a auténtico que le confiere la huella que el paso de los años le ha ido dejando.
Ese atractivo va inclinándose hacia su estética conforme cumple años, siendo menos decisiva su funcionalidad que en muchos casos puede decepcionarnos por el agravio comparativo con las prestaciones de los ingenios actuales. No puedo olvidar la primera vez que salí a carretera con mi Sanglas 400T; caí en una depresión hasta que recobré la sensibilidad en brazos y piernas, aquella traíña me dejó los brazos dormidos. Seguramente sustituyendo la horquilla y amortiguadores por los de la 400T y su motor Yamaha, ganaría en confort de marcha, pero desde luego ya no sería una 400F. Cada máquina es un conjunto de sensaciones, estética, funcionalidad y en muchos casos sentimientos. Conservar ese conjunto acepta pocas modificaciones.
Pero claro, esta apreciación personal va cambiando conforme nosotros mismos vamos madurando, incrementándose la tendencia a valorar su estado original frente a la introducción de "mejoras" más o menos afortunadas. Quiero recordar algunos trabajos en mis primeros pinitos hace años que hoy calificaría de verdaderas aberraciones.
Sobre los enlaces que encontraréis en esta web, es cierto que si bien cada día se vierten gigabytes de basura informática en internet, por desgracia también se pierde información muy interesante, especialmente de páginas personales de gente experta. Perdiendo los enlaces que apuntan a ellas.
Surge aquí un conflicto: por un lado se quiere respetar el trabajo de cada autor de contenidos a los que se cita, insertando solo un enlace a su página o blog y recomendando su lectura, pero por otro lado al dejar de tener continuidad determinada web o blog se pierde esa información probablemente de manera definitiva.
Me gusta dejar los enlaces caídos con la esperanza que el autor encuentre alojamiento y vuelva a ofrecer su interesante contenido. Por lo que agradecería toda información que mantenga activos estos links para el beneficio de todos.